Un concurso enfrenta a hombre y máquina creando relatos, música y poesía

El jurado valora si el trabajo ha sido generado o no automáticamente y cuál prefiere 

Un equipo del Dartmouth College en Hanover, Estados Unidos, ha organizado una competición para inspirar a los investigadores de inteligencia artificial en un nuevo reto, ser capaces de crear relatos cortos, sonetos o una pieza de música de baile mediante un algoritmo que resulte imperceptible para el público o incluso preferible a lo que hace el hombre. Con ello aspiran a alcanzar una nueva dimensión de la inteligencia artificial, la inteligencia creativa. Los concursos se celebrarán durante el próximo curso académico. Por Patricia Pérez

Las áreas de aplicación de la inteligencia artificial han ido aumentado a medida que avanza la tecnología y su nivel de aceptación en campos tan dispares como la robótica, la medicina, la educación o el entretenimiento. Su incursión facilita ciertas tareas propias del hombre y reduce los costos, aunque todavía queda un escollo, la creatividad.

¿Puede un algoritmo pasar por un escritor, un poeta o un DJ? Una competición en el Dartmouth College en Hanover, Estados Unidos, está a punto de averiguarlo. La universidad está buscando algoritmos de inteligencia artificial capaces de crear relatos cortos, sonetos y piezas de música de baile de «calidad humana», para enfrentarse a una selección de estas piezas creadas por el hombre.

Según recoge un artículo publicado en Idaho Statesman, ni público ni jueces sabrán cuál es cuál. El objetivo es determinar si se pueden distinguir con facilidad y si, llegado el caso, prefieren la creatividad generada por ordenador.

“Cuando demostramos avances en inteligencia artificial, siempre hay quien cuestiona que un ordenador no pueda pintar una puesta de sol o escribir un hermoso soneto de amor, pero ¿realmente podría?” Esa es la pregunta que se plantea Dan Rockmore, director del Neukom Institute para Informática en Dartmouth, lo que le impulsó para organizar esta competición.

Variante del Test de Turing

A Rockmore, profesor de matemáticas e informática, se le ocurrió la idea de los concursos mientras montaba en bicicleta estática. Cayó en la cuenta de que la música que se escuchaba durante su clase de spinning le ayudaba a pedalear siguiendo el ritmo, y se sorprendió cuando el instructor le dijo que seleccionaba las canciones sin ayuda de programas informáticos.

Esto le hizo plantearse si podría desarrollar un programa que desempeñara tal tarea, pues se trata de un acto creativo, y si un equipo o algoritmo podría crear algo cuyo resultado fuera imperceptible o incluso preferible a lo que hace el hombre. De esta forma, el objetivo final de las competiciones es “inspirar a los investigadores de inteligencia artificial para que asuman ese reto y sean capaces de crear otra dimensión de la IA, la inteligencia creativa”, explica Rockmore.

El resultado de estos planteamientos es una competición con variaciones del Test de Turing, llamado así por el informático británico Alan Turing, quien en 1950 propuso un experimento para determinar si un equipo podía tener inteligencia semejante a la humana. La prueba clásica de Turing consiste en programas informáticos inteligentes capaces de engañar a una persona con la que mantienen una conversación, en torno a la cual se han organizado muchas competiciones en los últimos años.

También se ha dirigido la investigación a crear programas informáticos para generar música o texto. The Associated Press, por ejemplo, comenzó a usar hace un año programas que generan automáticamente informes económicos sobre los resultados trimestrales de empresas, y planea sustituir asimismo a reporteros en temas deportivos universitarios.

Lo que diferencia a los concursos de Dartmouth es la evaluación por parte de jueces para determinar si el trabajo se ha generado por hombre o máquina, y si la gente prefiere el trabajo creado desde un ordenador. En este sentido, será interesante ver quién juzga, pues sería más significativo, por ejemplo, engañar a un editor con un relato generado por ordenador que a un lector medio. El nombre de los jueces se dará a conocer en septiembre.

Reglas del juego

Los concursos, a los que se ha llamado DigiLit, PoetiX and AlgoRhythms, tendrán lugar el próximo curso académico, con entrega de premios en abril. El primero de ellos pretende recompensar algoritmos que podrían, por ejemplo, escribir relatos cortos para una clase de escritura creativa, en la que se pide a los estudiantes presentar una nueva historia cada día.

PoetiX valorará sólo sonetos tradicionales, es decir, catorce versos distribuidos en cuatro estrofas. En sendos concursos de escritura, si un relato o poema creado por una máquina es calificado como humano por la mayoría de los jueces, los creadores ganarán 5.000 dólares, y habrá un premio de 3.000$ al equipo con el mejor software.

En AlgoRhythms, seis finalistas competirán contra DJs humanos durante una fiesta de baile, en la que deberán seleccionar temas de una lista de 1.000 pistas que se dará a conocer justo antes de la competición. Tanto los DJs humanos como los ordenadores no serán visibles desde la pista de baile, y será el público quien decida si prefiere el hombre o la máquina. El premio será también de 3.000 dólares.

Con estas competiciones Rockmore no pretende lanzar un ataque a la imaginación. Más bien, según sus palabras, se trata de otra manera de “investigar la relación de la creatividad y el gusto humano con la neurociencia”.

Fuente: Tendencias21

INGENIERÍA EXTRATERRESTRE

Ingeniería Inversa

Nos acercamos al encuentro con formas de vida fuera de la Tierra

Científicos convocados por la Royal Society de Londres señalan que debemos prepararnos para este descubrimiento

Las formas de vida extraterrestre serán detectadas muy pronto gracias a las tecnologías disponibles, por lo que tenemos que estar preparados para las consecuencias de este hallazgo. Ésta es una de las conclusiones a la que han llegado científicos y astrónomos de todo el mundo, reunidos recientemente en un encuentro de la Royal Society de Londres, para discutir cuestiones relacionadas con la vida alienígena. Sus argumentos, aunque parecen sacados de la ciencia ficción, en realidad tienen una base científica y tecnológica. Por Yaiza Martínez.

El pasado 25 y 26 de enero se celebró una conferencia en la Royal Society de Londres en la que se discutieron cuestiones relacionadas con la existencia de vida en otros planetas.

¿Qué aspecto tendrán los extraterrestres si los encontramos?, ¿Se encontrarán formas de vida similares a la nuestra en el espacio exterior o, por el contrario, estas formas de vida serán más parecidas a las que nos ha mostrado en incontables ocasiones la ciencia ficción?, fueron algunas de esas cuestiones.

Bajo el nombre de “The detection of extra-terrestrial life and the consequences for science and society” (La detección de vida extraterrestre y sus consecuencias para la ciencia y la sociedad), la conferencia reunió a los principales astrónomos y científicos de todo el mundo, que intentaron dilucidar, además, qué pasará realmente cuando el ser humano encuentre señales de vida en otros planetas.

Muy cerca

El hallazgo de vida extraterrestre no es una posibilidad remota, aseguran los científicos. Los astrónomos son ya capaces de detectar planetas orbitando alrededor de estrellas lejanas, y en los que podrían existir formas de vida.

Las generaciones que actualmente poblamos la Tierra llegaremos a ver la detección de señales de vida extraterrestre en alguna parte del Universo, aseguran los expertos. ¿Qué pasaría si esto sucediera?

En un comunicado publicado por la Universidad St. Andrews se explica que, ahora más que nunca, la humanidad tiene que prepararse para las consecuencias de un posible encuentro con formas de vida alienígenas.

Según declaró en la conferencia Martin Dominik, de la Escuela de Física y Astronomía de dicha universidad, los rápidos avances alcanzados en las tecnologías de exploración espacial hacen que esta posibilidad sea una posibilidad real.

Dominik afirma: “podría ser que no estuviéramos solos en el universo, lo que afectaría radicalmente la forma en que la humanidad se comprende a sí misma. Tenemos que estar preparados para las consecuencias”.

Técnica clave

Dominik es pionero en la exploración planetaria. De hecho, en 2006, él y su colaborador, Keith Horne, descubrieron el planeta más parecido a la Tierra de los encontrados hasta el momento.

Bautizado como “ OGLE-2005- BLG-390Lb”, este planeta tiene una masa cinco veces mayor que la de la Tierra, y se encuentra a unos 20.000 años luz de distancia, cerca del centro de la Vía Láctea, orbitando alrededor de una estrella más pequeña que el Sol.

Según explicó en 2006 la Universidad St.Andrews en un artículo, este planeta es demasiado frío para contener vida, pero fue encontrado con una técnica denominada de microlente gravitacional, que permite detectar objetos de la masa de un planeta o de la masa de una estrella, independientemente de la luz que éstos emitan.

El hallazgo del OGLE-2005- BLG-390Lb con esta técnica supuso un resultado innovador, clave para la búsqueda posterior de formas de vida extraterrestre.

Alienígenas inteligentes

Por otra parte, en la conferencia de la Royal Society, Lord Rees, Presidente de la Royal Society y Astrónomo Real, afirmó que el descubrimiento de vida extraterrestre podría cambiar a la humanidad para siempre, alterando la visión que tenemos de nosotros mismos y de nuestro lugar en el cosmos.

Según Rees, la tecnología de que se dispone está ya tan avanzada que no sólo podremos detectar planetas no mayores que la Tierra orbitando alrededor de otras estrellas, sino que también seremos capaces de saber si estos planetas tienen continentes y océanos o el tipo de atmósfera que los rodea.

Rees añadió que, si se encontrara alguna forma de vida alienígena, incluso una forma muy simple, en cualquier lugar, nos enfrentaríamos a uno de los mayores descubrimientos del siglo XXI.

El científico señaló tener la sospecha de que hay vida e inteligencia en otros lugares del universo, en formas que nos resultan inconcebibles. Incluso, podría haber formas de inteligencia superiores en capacidad a la inteligencia humana, tan alejadas de ésta como nosotros lo estamos de un chimpancé.

Proyecto SETI

En otra intervención de la conferencia, el profesor Paul Davies, de la Universidad de Arizona, explicó el estado actual y futuro del proyecto SETI, señalando que se necesitan más esfuerzos y flexibilidad para cuestionar las ideas existentes sobre qué forma podría tomar una inteligencia alienígena, cómo podría intentar un ser inteligente extraterrestre contactar con los humanos, y cómo podríamos responder si alguna vez este contacto se produce.

SETI es el acrónimo del inglés Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, un proyecto con el se intenta desde hace 15 años encontrar vida extraterrestre inteligente, ya sea por medio del análisis de señales electromagnéticas capturadas en distintos radiotelescopios, o bien enviando mensajes de distintas naturalezas al espacio con la esperanza de que alguno de ellos sea contestado.

Hasta la fecha, no se ha detectado ninguna señal de claro origen extraterrestre, sin incluir la todavía sin definir Señal WOW!. nombre que se le dio a una captación de radio que podría ser el único mensaje recibido hasta la fecha procedente de seres inteligentes alienígenas.

Esta señal fue registrada el 15 de agosto de 1977 por el radiotelescopio Big Ear, y procedía de la zona oeste de la constelación de Sagitario.

Otras técnicas novedosas

En Tendencias21 hemos hablado en otras ocasiones de las tecnologías emergentes en la búsqueda de vida extraterrestre. Por ejemplo, el pasado mes de abril se hizo público que un equipo de investigadores norteamericanos había ideado un novedoso sistema que, basado en el análisis de la “quiralidad” de las moléculas (propiedad que permite saber en qué dirección reflejan éstas la luz), podría introducirse en un futuro en un telescopio gigante o en una sonda espacial para rastrear planetas lejanos para tratar de encontrar “marcas” moleculares que revelen la presencia de vida en dichos planetas.

Por otra parte, el pasado mes de octubre, científicos canadienses revelaron que habían creado un microscopio robusto y sencillo llamado DIHM, destinado a investigar formas de vida extraterrestres en misiones espaciales. En ellas DIHM podría dedicarse a registrar imágenes de cualquier objeto que midiese como mínimo 100 micrómetros.

Por último, en septiembre de 2009, supimos que un equipo de investigadores de la Open University del Reino Unido están creando una nueva ecuación con la que se podrá cuantificar matemáticamente el potencial de un hábitat determinado para albergar vida.

Este “índice de habitabilidad” ayudará a determinar qué lugares de nuestra galaxia podrían ser entornos habitables, es decir, qué planetas disfrutarían de la presencia de un solvente (como el agua), tendrían materiales posiblemente orgánicos, unas condiciones generales benignas y algún tipo de recurso energético.

Fuente: Tendencias21

NEUROCIENCIA

Los 12 Pilares de la Inteligencia

¿Qué es la inteligencia?¿Se puede medir con precisión?¿Cuáles son sus ingredientes? Hoy existen más y mejores herramientas para afinar la comprensión del intelecto humano. Internet es una de ellas: así lo demuestra el test on-line de Adrian Owen, neurocientífico de la Universidad de Cambridge, que busca definir los 12 pilares de la inteligencia humana con la participación de cientos de miles de personas en la red.

Manipular el cerebro

Ahora sabemos que los circuitos electroquímicos que configuran nuestra mente no son inmutables, el entorno moldea continuamente el entramado de neuronas. Los retos de la neurociencia apuntan a aprovechar esa plasticidad, y encontrar los estímulos adecuados para tratar o incluso perfeccionar el funcionamiento del cerebro humano.

REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA

VISIONES DEL FUTURO
Extracto de la serie de 6 videos (Narrado por Michio Kaku y otros científicos e investigadores)

Hace tres siglos el gran científico inglés Isaac Newton escribió: “Tan sólo soy como un niño que juega en la arena mientras el océano de la verdad yace misterioso frente a mí” En la actualidad una vez más somos como niños jugando en la arena pero el gran océano de la verdad ya no es un misterio.

El físico teórico estadounidense, futurólogo y divulgador científico Michio Kaku, asegura que el descubrimiento de las leyes fundamentales de la naturaleza en el siglo 20 abrirá posibilidades sin paralelo en el siglo 21. Estamos haciendo la transición histórica de la era de los descubrimientos científicos a la era de un dominio científico en la cual seremos capaces de manipular y moldear a la naturaleza casi según nuestros deseos.

En las próximas décadas la ciencia nos permitirá crear y manipular la inteligencia casi a nuestra voluntad y su dominio nos permitirá crear nuevos mundos. La posibilidad de crear máquinas inteligentes nos permitirá rediseñar nuestras propias mentes.

El crecimiento exponencial del poder de las computadoras transformará radicalmente toda la civilización humana. Para el 2020, la inteligencia estará en todas partes, prácticamente en cada objeto, a esta circunstancia los científicos la llaman: COMPUTACIÓN OMNIPRESENTE. En pocos años los microprocesadores serán tan económicos que estarán en cada artículo que compremos. Tendremos redes invisibles en nuestras paredes, en nuestro mobiliario e incluso en nuestra ropa.

Computadoras portátiles cuidarán permanentemente de nuestra salud, será como llevar en nuestra ropa a un médico las 24 horas del día. Pero quizá el impacto mayor suceda cuando la inteligencia omnipresente converja con otra tecnología de rápido crecimiento: La Internet.

El incremento sin precedentes en la comunicación en línea, Facebook, MySpace y la mensajería instantánea están cada vez más presentes en la vida cotidiana. La realidad virtual surge como un fascinante mundo repleto de avatares que se desenvuelven autónomos sin las limitaciones del mundo real. Juegos en línea como Second Life nos permiten crear mundos donde todo es posible y donde nos podemos reinventar a nuestro antojo infinitamente.

Se estima que para el 2020 habrá un completo universo tridimensional en el ciberespacio con países y gobiernos virtuales. Escuelas y universidades virtuales, propiedades y mercados de valores virtuales, familias y amigos virtuales. La realidad virtual será cada vez más como la verdadera realidad pero con la ventaja de que podremos compartir un espacio de realidad virtual con alguien que vive a cientos de kilómetros. La realidad virtual será el lugar donde se puedan vivir todas las fantasías inimaginables. La interface de la realidad virtual en un futuro podrá integrarse en el propio cuerpo humano.

Esta condición multifacética de la identidad que nos confieren las redes sociales ¿podría alterar nuestro propio sentido de identidad? Una pregunta obligada frente al expectante territorio del ciberespacio.

La realidad virtual y la computación omnipresente son sólo los primeros pasos del dominio de la inteligencia artificial. A medida que avanza el siglo 21, la inteligencia artificial revolucionará nuestras vidas de una forma aún más radical. Significará un salto evolutivo que desafiará profundamente la condición humana. En la segunda mitad del siglo 21 entraremos en nuevos dominios, pasaremos de ser creadores de inteligencia artificial a ser creadores de máquinas inteligentes. Máquinas que competirán con la inteligencia humana y probablemente hasta la excedan. Esto significa que un largo y anhelado sueño futurista podrá hacerse realidad.

Actualmente las máquinas provistas de inteligencia artificial especializada, controlan gran parte de nuestras vidas, de nuestra sociedad y de nuestra economía. Cada vez se diseñan más máquinas para pensar por si mismas, tal es el caso de los robots modulares llamados Súper Bots. Cada módulo necesario puede convertirse en un cerebro para controlar a los otros y pueden detectar en que parte del cuerpo se encuentran. Estos son sólo prototipos, la próxima generación de Súper Bots serán capaces de evaluar su ambiente de forma independiente y elegir por si mismos una forma más adecuada.

En un futuro se podrá lograr que los robots hagan diferentes tareas en diversos ambientes. Pero aún hay grandes obstáculos que limitan la habilidad de los robots para pensar y actuar con autonomía. En primer lugar el reconocimiento de objetos y el entendimiento de lo que escuchan puede ser una limitante que está a punto de cambiar. En el Instituto Tecnológico de Massachusetts crearon una máquina con la habilidad de reconocer objetos y lo lograron combinando la informática con la neurología. Si entendemos cómo trabaja nuestro cerebro y cómo actúa nuestra inteligencia, podremos ser capaces de recrearla en una máquina. La inteligencia emocional es la vanguardia de la inteligencia humana, así que los robots deberán aprender a diferenciar entre lo que es “bueno” y lo que es “malo”.

Con la evolución de ambos, la inteligencia y la habilidad de las máquinas para navegar en nuestro mundo existe la probabilidad de éstas pudieran escapar del control humano. Incluso, hay una gran posibilidad de que las máquinas llegaran a ser más listas que nosotros. Esto nos hace considerar dos escenarios: El escenario optimista que plantea que las nuevas máquinas superhumanas sean gentiles y nos traten como mascotas. Y el escenario pesimista es que no sean tan gentiles y nos utilicen como alimento (todos fundamentamos nuestras esperanzas en el primer escenario) La amenaza de robots autosuficientes que se vuelven contra los humanos ha sido un tema recurrente de la ciencia ficción.

Siempre que Hollywood nos muestra a los seres humanos en conflicto con los robots, suele haber cierto equilibrio entre ambas partes porque Hollywood sólo nos muestra películas donde tenemos oportunidad de ganar. Lo importante es que nosotros podemos controlar el avance de la inteligencia de nuestros robots. Del mismo modo podremos elegir como creamos la inteligencia artificial y tenemos que estar seguros de que esa inteligencia nunca va a querer mejorarse a sí misma porque nunca va a querer atentar contra la vida inteligente.

Creo que dependerá de nosotros que tipo de máquinas inteligentes inventaremos, nosotros decidiremos la relación que tendremos con ellas y tendremos otra alternativa aún más compleja, tendremos la posibilidad de elegir el nivel de nuestra propia inteligencia. A medida que las máquinas se hagan más inteligentes podremos mejorar nuestras propias capacidades cognitivas e intelectuales, y esta es la ironía, mientras las máquinas se parecen más a los humanos, los humanos podrían parecerse más a las máquinas, de hecho eso puede representar el máximo estadio en el dominio de la inteligencia.

Unir nuestras mentes con las máquinas puede sonar como ciencia-ficción, pero ya está sucediendo. En la clínica Cleveland en Ohio los neurocirujanos implantan electrodos en los cerebros de pacientes con depresión crónica. La técnica se denomina Estimulación profunda del Cerebro o, EPC y se utiliza en pacientes con mal de Parkinson. La EPC también llamada marcapasos cerebral significa implantar un pequeño cable eléctrico en diferentes partes del cerebro, este cable emite pequeñas señales eléctricas y controla la actividad anormal del cerebro con conexiones que ayudan a mejorar la calidad de vida y la conducta del paciente.

Los implantes cerebrales tienen actualmente el potencial para tratar un amplio abanico de patologías en el futuro cercano. El uso de marcapasos cerebrales será cada vez más frecuente. Se utilizan en pacientes con epilepsia severa y en pacientes con síndrome de Turrell. Una de las fronteras siguientes será la de los pacientes con severo daño cerebral como en los derrames cerebrales y muy probablemente también en pacientes con autismo y Alzheimer y en otras tantas patologías neurológicas y psiquiátricas. Pero los implantes pueden hacer mucho más que reparar el cerebro, pronto los microprocesadores empezarán a aumentar su capacidad y a mejorarlo. Algunos científicos predicen que en el futuro tendremos un procesador de memoria que podrá almacenar archivos y optimizar nuestra memoria, nuestras capacidades cognitivas e intelectuales.

A finales de la década del 2020 casi todas las personas tendrán cierta cantidad de inteligencia no biológica dentro del cerebro. En la década del 2040 la parte no biológica de nuestra inteligencia será mucho más poderosa que la parte biológica. Nosotros como especie ya empezamos a colocar tecnología de procesamiento de la información dentro de nuestros cuerpos. Nos estamos haciendo más robóticos, al mismo tiempo nuestra tecnología se hace más biológica y creo que en los próximos 50 años tendremos robots con más componentes biológicos y gente con más componentes electrónicos. Así que ¿Dónde estará la gente y donde estarán los robots en 50 o 100 años? Es una pregunta muy interesante.

Estamos en los albores de una nueva era en la cual podremos literalmente ser capaces de cambiar la mente con tan sólo presionar un botón. Uno de los mayores problemas que tenemos en el siglo 21 es como relacionarnos con un mundo que está lejos de la realidad y como trabajamos nuestra conciencia al tener una realidad mejorada, teniendo gente en el mundo que no tiene acceso a nada. Todas las revoluciones tienen ganadores y perdedores, esta revolución no es diferente, pero creo que los grandes perdedores son las personas que no quieren involucrarse, ellos son los que descubrirán que estar alejados les traerá algunas consecuencias desagradables. Esta es una revolución en la cual no es una buena idea ser un testigo. En el pasado sólo éramos observadores de la inteligencia. Ahora, por primera vez en la historia humana en la revolución de la información podemos ser dueños de la inteligencia. Este dominio nos dará libertades y oportunidades sin precedentes, ya que tiene el potencial de enriquecer nuestras vidas más que cualquier cosa en el pasado pero también nos confronta con aspectos sociales que son fundamentales y con alternativas que tenemos que discutir en la actualidad.

Le resultará interesante ver esta serie de videos que plantean una verdadera revolución del futuro de la inteligencia.